Hoy es de esos días en los que, por pequeños detalles, piensas que aunque hay cosas que no salen todo lo bien que a uno le gustaría, de todo se aprende. Son eso, pequeños detalles, simples consejos que te dan, o que das, pero que también te sirven a ti mismo.
Y eso fue lo que hoy sucedió. De la manera más tonta, en uno de los hobbies que tengo (bueno, aficiones, que para eso el español es rico y sabio, en refranes, en frases y consejos…). Un simple consejo a una persona joven, basado en mi propia experiencia y en los cambios de actitud y forma de ser, me llevó, al rato de decirlo, a plantearme si no debía aplicarlo a mi mismo también.
Y es que tras cada pequeño rincón, en cada frase de un libro, imagen de alguna red social o en la forma de actuar de un niño hay siempre algo por aprender. Y eso pienso hacer, aprender cada día, intentar mejorar, yo, e intentar que mejoren los que me rodean.
Algunas personas quieren que algo ocurra. Otras sueñan con que pasará. Yo quiero ser de las que hacen que suceda.